Estamos viviendo un momento único que quedará marcado en el libro de nuestra vida, en nuestros recuerdos históricos. Al salir a la calle vemos imágenes surrealistas de personas con la cara cubierta de mascarilla, personas que antes les podíamos ver la cara completa y reconocerles mejor.
Deberemos sacar una lectura positiva de lo que está ocurriendo. Las personas que han aprendido a servirse de un recurso precioso, como es el Reiki, pueden ser de gran ayuda y apoyo tanto a nivel fisiológico como psicológico-emocional. No nos tiene que parar nada. Tenemos que aplicar la mayor fuerza de resiliencia para aplicar mejor en estos momentos en nuestra práctica de Reiki.
Recordemos que Usui Sensei, el fundador, presentaba su método como «el arte de atraer la felicidad, la medicina milagrosa para todas las enfermedades». La felicidad ya está incluida en la naturaleza fundamental del ser humano pero las distracciones en forma de tensiones, crisis y conflictos nos alejan de poder percibirla claramente. La enfermedad, nos decía Carl Gustav Jung, es el esfuerzo que hace la naturaleza para curar al ser humano. El ser humano es naturaleza pero el tipo de vida que lleva actualmente le aleja de ella.
Reiki es un gran amigo que nos da una palmada en la espalda cuando nos encontramos desplazados de nuestro lugar original en la naturaleza fundamental. Reiki ayuda a que todo lo que estemos haciendo para curar nuestro cuerpo actúe más efectivamente. Reiki es la fuerza de la vida en su plena potencia para asistir al cuerpo y la mente.
No paramos nuestro servicio y respetamos totalmente las normas de higiene tan importantes en estos momentos. Los practicantes, profesionales y no, usaremos los guantes, la mascarilla, visera, una chaquetilla sanitaria ( si se tiene). Usaremos sabanitas de usar y tirar y lavaremos nuestra ropa después del día de sesión.
En estos momentos es necesaria esta ayuda y los que practicáis Reiki no os olvidéis de acudir cada día al encuentro con vosotros mismos y recibid una buena dosis de vitalidad que os llega de forma natural a través de esta hermosa práctica. Recordad de limpiar vuestra mente con la meditación en Gasho y la recitación de los Gokai. Ánimo, paz y salud para todos.
Jos Gayá