El Inicio: mi formación
Desde que tengo uso de razón siempre he buscado el contacto, lo más continuamente posible, con la parte que hay en mí y que no tiene fin, que es inmortal: el Alma.
Hace ya muchos años la “Flores” entraron en mi vida. En aquellos momentos no fue un flechazo a primera vista pero fueron entrando suavemente, lentamente de forma firme a formar parte de lo normal y cotidiano de mi vivir.
Al principio, cuando me hablaron por primera vez de ellas, yo era escéptico; más bien estaba convencido de que eran un método de placebo. Mi pareja en aquel momento tenía una herboristería y decidió organizar un curso de formación de Flores de Bach. Debido a la información que había disponible y porque la causalidad lo quiso así invitó a los formadores de “Flores del Mediterraneo”, que también enseñaban el sistema floral del Dr. Bach. Este fue mi primer contacto directo pero tengo que reconocer que sentí que necesitaba mucho más. No me sentí lleno pero ahora reconozco que esta ocasión sembró en mí una semilla que ha ido creciendo con los años. Empecé a leer libros sobre el tema. A conocer la fascinante historia del doctor Edward Bach y como llegó a encontrar este tesoro de la naturaleza.
Como he dicho en el principio siento que mi vida ha sido siempre guiada por los impulsos de mi Alma, mi Ser Interno y al descubrir que del Dr. Bach buscaba el desarrollo espiritual del ser humano me fue interesando cada vez más. Seguí leyendo libros sobre el tema y fui a Barcelona, al Hotel Balmoral, donde el profesor Lluis Juan Bautista dictaba el módulo I de las enseñanzas del Instituto Bach. Eramos , creo, más de cien alumnos. Después de algunos años tuve la oportunidad de realizar el módulo II en Palma de Mallorca con Mari Carmén Gallego. Seguí después leyendo y leyendo para afianzarme en la práctica y como naturópata que soy empecé a utilizarlas en mi consulta. Mi destino quiso que pudiera completar mi formación, repitiendo toda la formación del Instituto Bach desde el principio, lo que me ha hecho revalorizar todavía más este tesoro de la naturaleza y apasionarme por su uso.
Esta ocasión ha servido para cimentar sólidamente mis conocimientos y definir mi propósito de cada día aprender más y más para poder ser digno y capaz de ayuda a todo el que necesite un apoyo en su bienestar, empezando por sugerirle algunas flores y guiándole, educándole hacia su propio autoconocimiento.
Desde aquel primer momento que use las Flores han pasado muchas personas en mi vida que han necesitado de mi ayuda, mejor dicho, la de las flores.
Siempre empiezo explicando que son , cómo funcionan y cómo fueron descubiertas por el dr. Edward Bach. Mi manera de explicarlo es de la siguiente manera: estamos expuestos a muchas alteraciones, a veces tempestuosas,, emocionales y mentales diariamente. Así como un instrumento musical se desafina por los cambios de temperatura, así el ser humano se desajusta con estas tensiones emocionales y mentales nacidas, muchas veces, o la mayoría de veces, de las relaciones de cada uno consigo mismo y con los demás, o sea, de la poca gestión de las emociones en nuestro vivir. Las flores nos ayudan, pues, al desarrollo de la inteligencia emocional en la inteligencia interpersonal (entre personas) e intrapersonal (relación consigo mismo).
El autoconocimiento a través de las Flores de Bach
Observándome a mí mismo, hace ya algunos años, me dí cuenta que yo era muy Clematis. Vivía en mis mundos de imaginación, olvidándome de interesarme por la vida en el cuerpo y la materia. Clematis me fue ayudando a ir aterrizando suavemente al plano material y aprender a vivir mejor en mi entorno.
Soy músico. Seguramente llegué a la música, ya desde niño, buscando una explicación a todo lo que vivía aquí en el mundo material. La toma continuada de clematis me ha ayudado a través del tiempo a usar mejor mi potencial creativo en la música y casi en todas las tareas que realizo.
Por el análisis que hago de mí mismo, la Flor tipo en la que me siento más caracterizado es en vervain. Quizás el signo zodiacal de escorpión me impulsa hacia esta naturaleza apasionada que tengo en todo lo que emprendo y descubro y me lleva a quererlo compartir con todos los beneficios de lo que he descubierto.
Me emociono muchísimo con todo lo que aprendo que me gusta y lo quiero comunicar con los demás.
Otro rasgo de mi personalidad tiene pinceladas de centaury. Este rasgo lo introduje en mi personalidad a través de la educación que recibí. Me costaba decir que no. Y por supuesto, tuve muy presente la timidez en mi vida a lo que me ayudó la toma constante de mimulus.
Experiencias con las Flores
Siempre me ha alegrado ver como una persona entra en mi sala de consulta y después, al salir, puedo observar como le ha cambiado la cara y algún aspecto de su vida. En las siguientes sesiones me relata los cambios que ha habido, probablemente más observación de si misma, alivio de las emociones que vivía en las mismas circunstancias. En definitiva, ha tenido más ocasiones para conocerse mejor a sí misma
Recuerdo todavía el caso de un chico de 14 años que lo trajo su abuela a mi consulta. Desde la edad de 6 años hasta los 14 le habían llevado a la consulta del psicólogo sin mejoría aparente. Este chico tenía miedo a subir en ascensor incluso si iba acompañado por familiares o adultos. En la formula le puse, por supuesto mimulus. Se marchó a casa y al día siguiente me llamó por teléfono diciéndome:” Sr. Jos (me llamaba así, lo cual me hacía mucha gracia): le llamo para decirle que ya subo en ascensor, solo y sin ningún problema, Ya no tengo miedo!!!!”.
Me pareció fantástico e increíble a la vez. Milagroso. Estos pequeños testimonios me ayudaron a afianzarme en la práctica y uso de los remedios florales de Bach que ahora se ha vuelto insustituibles en mi vida personal y profesional.
Jos Gayá Practitioner certificado por el Instituto Bach