El sistema de sanación de cuerpo y mente que conocemos como Reiki lleva algunas características intrínsecas provenientes de las culturas tradicionales de Japón como el Sintoismo y Budismo. El objetivo principal de su fundador, Mikao Usui, era alcanzar el Anji Ryu Mei, La Paz profunda de espíritu, cosa que consiguió en el sagrado monte Kurama el mes de marzo de 1922 después de un largo proceso de búsqueda interior que le condujo al estado de consciencia iluminada.

La palabra Reiki está formada por dos kanji (ideogramas de origen chino usados en Japón). Rei se refiere a una fuerza invisible, misteriosa presente en toda la naturaleza, de naturaleza creativa que podríamos asimilar al concepto de consciencia o espíritu universal y ki se refiere a la energía que está presente en la fuerza de la vida del hombre que lo hace moverse y experimentar la existencia.

También existe un concepto que se estudia en la formación de Jikiden Reiki tradicional japonés que es la idea de Tamashi. Este término significa una forma de espíritu individualizado o alma presente también en el interior del ser humano que en la tradición se le ubica en la cabeza conectada con todo el cuerpo.

Cuando realizamos una sesión de Reiki ponemos nuestra mano sobre el cuerpo de la persona que lo recibe. Desde el exterior puede que no se aprecie lo que sucederá a continuación pero desde la observación interior habrá un cambio de las percepción de la energía sutil presente en el cuerpo que llevará a organizar la energía vital del organismo para que regrese a su estado óptimo. Parece que el cuerpo, con su energía y fuerza vital, recuerda su estado original de equilibrio, toma consciencia y la dosis de Reiki que está recibiendo le ayuda para realizar tal cambio.

En realidad, cuando definimos Reiki podemos decir que es la fuerza energética del espíritu de la vida que ofrece un efecto de liberación, limpieza, detoxificación de las congestiones que el cuerpo ha acumulado a través de su vida apartada del ritmo natural de existencia. Después se sentirá una liberación de toxinas a través de todos los canales de eliminación (sistema linfático, urinario, etc…).

Al tocar el cuerpo tocamos también el alma de la persona porque cuerpo/mente/alma son una sola entidad que no puede vivir por separado ni disociada. Quitar todos los estratos depositados en el cuerpo/mente/alma es la principal acción de Reiki sin necesidad de usar nada más externo de aparatos, ni técnicas invasivas lo que hace que sea siempre un complemento muy valioso para complementar todos los métodos de salud que ya estemos utilizando.Podría exagerar diciendo que Reiki es más que Reiki.

Jos Gayá